EL DIOS QUE YO CONOZCO

Romanos 1:6







Textus Receptus Stephanus 1550
εν οις εστε και υμεις κλητοι ιησουχριστου

Vulgata
in quibus estis et vos vocati Iesu Christi

Almeida Revista e Atualizada
de cujo número sois também vós, chamados para serdes de Jesus Cristo.

La Nuova Diodati
fra le quali anche voi siete stati chiamati da Gesú Cristo;

Luther Bibel 1545
unter welchen ihr auch seid, die da berufen sind von Jesu Christo,

Westcott-Hort 1881
εν οις εστε και υμεις κλητοι ιησουχριστου

Reina-Valera 1960
entre las cuales estáis también vosotros, llamados a ser de Jesucristo;

King James Version
Among whom are ye also the called of Jesus Christ:

La Bible du Semeur
Vous êtes de ceux-là, vous qui, ayant reçu l'appel de Dieu, appartenez à Jésus-Christ.

Russian Synodal Version
между которыми находитесь и вы, призванные Иисусом Христом,

Entre las cuales
Es decir, entre todas las naciones (o "gentiles") entre los cuales había recibido
la misión de trabajar. Pablo de esta manera quizá está expresando su autoridad para dirigirse a los creyentes de Roma.

Llamados a ser de Jesucristo
Lit.: "llamados de Jesucristo"

Significa:
"los llamados que pertenecen aJesucristo".



Léxico / Lexicon
Griego /Grego/ Greek Español/Português/English
Latín/Latim/Latin Español/Português/English







Romanos 1:5

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"y por quien recibimos la gracia y el apostolado, para la obediencia a la fe en todas las naciones por amor de su nombre" (Reina-Valera 1960).

"por intermédio de quem viemos a receber graça e apostolado por amor do seu nome, para a obediência por fé, entre todos os gentios" (Almeida Revista e Atualizada).

"By whom we have received grace and apostleship, for obedience to the faith among all nations, for his name" (KJV).

"per quem accepimus gratiam et apostolatum ad oboediendum fidei in omnibus gentibus pro nomine eius" (Vulgata).

Gracia
Griego: χαρις [charis] aparece 158 veces en el NT. Pablo usa esta palabra más que cualquiera de los otros escritores del NT: la utiliza 111 veces en sus epístolas; y Lucas, su íntimo colaborador, la usa 25 veces en Lucas (8 veces) y en Hechos (17 veces). O sea que entre los dos la emplean más del 86 por ciento de todas las veces que aparece en el NT.

"Gracia" no fue una palabra inventada por los apóstoles. Este término se usa mucho con una variedad de matices en la LXX, en la literatura griega clásica y posterior; sin embargo, el NT parece dar con frecuencia un significado especial a "gracia", que no se encuentra plenamente en otras partes.

"Gracia" también significa "atractivo que tienen ciertas personas", lo que da la idea de belleza, donosura, donaire, algo que deleita al que contempla. Compárese con "la gracia se derramó en tus labios" (Salmo 45: 2, LXX; cf. Proverbios 1: 9; 3: 22). La misma idea se le da algunas veces cuando aparece en el NT. Cuando Jesús habló en Nazaret, sus oyentes "estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca" (Lucas 4: 22). Pablo aconsejó a los creyentes de Colosas que sus palabras siempre debían ser "con gracia" (Colosenses 4: 6).

"Gracia" también da la idea de un sentimiento bello o agradable experimentado o expresado hacia otros, como bondad, favor, buena voluntad. José halló "gracia" ante Faraón (Hechos 7: 10; cf. vers. 46). Mientras los discípulos predicaban, despertaban "favor" -literalmente "gracia"- en toda la gente (Hechos 2: 47); y cuando Jesús era joven "la gracia de Dios era sobre él" (Lucas 2: 40). Este mismo sentido se observa en Lucas 2: 52, "en gracia para con Dios y los hombres". Evidentemente, en estos textos de Lucas no cuadra la acepción "favor inmerecido".

La palabra "gracia" también se usaba como la manifestación de un sentimiento de buena voluntad al expresar agradecimiento. "¿Acaso da gracias al siervo?" (Lucas 17: 9). Con frecuencia se usa en el sentido de expresar gratitud a Dios: "Gracias sean dadas a Dios" (1 Corintios 15: 57; 2 Corintios 8: 16; cf. Romanos 6: 17; 2 Corintios 2: 14; 9: 15). Es, pues, claro que no es un "favor inmerecido" el que los mortales expresan ante Dios.

"Gracia" se usaba además como una expresión concreta de buena voluntad, para referirse a un regalo, un favor, una merced. Los judíos que comparecieron ante Festo le pidieron "como gracia" una medida contra Pablo (Hechos 25: 3); a su vez el apóstol habla del "donativo" (RVR), "generosidad" (BC), "liberalidad" (BJ), "obsequio" (NC), "beneficencia" (VM) que las iglesias habían reunido para los pobres de Jerusalén como "gracia" (1 Corintios 16: 3; cf. 2 Cor. 8: 4, 6-7, 19).

Ninguna de las formas mencionadas difiere de las maneras en que se usa esa palabra en otros pasajes de la literatura griega. El significado peculiar añadido al término "gracia" en el NT -y especialmente en los escritos de Pablo- se refiere al abundante amor salvador de Dios para los pecadores según se revela en Jesucristo. Como "todos hemos pecado y estamos destituidos de la gloria de Dios" (Romanos 3: 23), es obvio que los hombres pecadores no merecen en lo más mínimo una gracia tal ni la amante bondad de Dios. Los hombres han vivido odiando a Dios y en rebelión contra él (cap. 1: 21, 30, 32), han pervertido su verdad (vers. 18, 25), han preferido adorar a cuadrúpedos y a reptiles (vers. 23); han deshonrado la imagen divina en sus propios cuerpos (vers. 24-27), han blasfemado el nombre de Dios (cap. 2: 24) y hasta lo han despreciado debido a su paciencia y longanimidad (vers. 4). Finalmente dieron muerte a su Hijo enviado para salvarlos (Hechos 7: 52). Pero a pesar de todo, a través de ese proceso Dios a continuado considerando al hombre con amor y bondad, para que la revelación de su misericordia pudiera inducir a los hombres al arrepentimiento (Romanos 2: 4).

Esta es la gracia de Dios de acuerdo al significado peculiar que tiene en el NT. No es únicamente el favor de Dios para los que podrían merecer su aprobación; es su amor transformador, ilimitado y que todo lo abarca, para los pecadores -hombres y mujeres- y la buena nueva de que esta gracia, tal como se revela en Jesucristo, es "poder de Dios para salvación" (cap. 1: 16). No comprende sólo la misericordia y buena voluntad de Dios para perdonar, sino que es también un poder activo, vigorizante y transformador para salvar. Por eso puede llenar a una persona (Juan 1: 14) y ser dada (Romanos 12: 3), todo lo abarca (2 Corintios 12: 9; cf. Romanos 5: 20), reina (Romanos 5: 21), enseña (Tito 2: 11-12), afirma el corazón (Heb. 13: 9). En algunos casos, "gracia" parece casi equivaler a "Evangelio" (Colosenses 1: 6) y, en general, a la obra que Dios ejerce (Hechos 11: 23; 1 Pedro 5: 12). La gracia divina es el gran elemento de poder salvador. Cristo dio su vida para ser posible que el hombre fuese restaurado a la imagen de Dios.


Romanos 1:4

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"que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos" (RV-1960).

"e foi designado Filho de Deus com poder, segundo o espírito de santidade pela ressurreição dos mortos, a saber, Jesus Cristo, nosso Senhor" (VARA, 2ª ed.).

"And declared [to be] the Son of God with power, according to the spirit of holiness, by the resurrection from the dead" (KJV).

"qui praedestinatus est Filius Dei in virtute secundum Spiritum sanctificationis ex resurrectione mortuorum Iesu Christi Domini nostri " (Vulgata).

Que fue declarado
Griego: του ορισθεντος [tou horisthentos] (Aoristo del participio pasivo, gen. sing. masc. de οριζω [horizô] "delimitar", "separar", "determinar", "definir"). οριζω [horizô] es la raíz de la palabra compuesta griega (αφωριζω [aphôrizô] ) que se traduce "apartado" en Romanos 1: 1.


Con poder.
Griego: εν δυναμει [en dunamei] "en poder", "poderosamente".¹ Véase δυναμις [dunamis] en "Diccionario". Esta frase puede tener función de adverbio junto a "declarado", o de adjetivo, con "Hijo de Dios". Si se usa como adverbio, la frase significaría que Jesús fue constituido poderosamente (o milagrosamente) como el Hijo de Dios mediante la resurrección. Si se usa como adjetivo, se referiría a la suprema condición de Cristo como el poderoso "Hijo de Dios" en su resurrección o desde la resurrección.

Ambas interpretaciones concuerdan con otros pasajes:

"Y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándole de los muertos y sentándole a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado y autoridad y poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo, sino también en el venidero" (Efesios 1: 19-21).

Ninguna de estas interpretaciones apoya la idea de que a Jesús le faltó poder divino o la condición de Ser divino antes de su resurrección.

Espíritu de santidad.
Algunos entienden que esta frase se refiere al Espíritu Santo, y citan el cap. 8: 11 en apoyo de esta interpretación ("Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros"); sin embargo, el Espíritu Santo no es llamado "Espíritu de santidad" en ningún otro pasaje bíblico.

Otros consideran que esta frase complementa la expresión "según la carne" (cap. 1: 3), haciendo notar que según la carne Jesús descendía de David, pero que de acuerdo con el espíritu de santidad también era el Hijo de Dios.

Las consecuencias teológicas de este pasaje han sido ampliamente discutidas por muchos intérpretes. Sin embargo, no parece que Pablo se preocupe aquí principalmente con el contraste entre la humanidad y la divinidad de Cristo, sino más bien por aclarar que en Jesús se conjugan al mismo tiempo el Mesías judío prometido y el divino Hijo de Dios.

De entre los muertos
Pablo está presentando la resurrección de Jesús como una prueba de que era Hijo de Dios. Jesús siempre había afirmado que era el Hijo de Dios y había predicho que resucitaría al tercer día:

"Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo de Dios" (Mat. 27: 43).

"Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo. Por esto los judíos aun más procuraban matarle, porque no sólo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios. Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente. Porque el Padre ama al Hijo, y le muestra todas las cosas que él hace; y mayores obras que estas le mostrará, de modo que vosotros os maravilléis. Porque como el Padre levanta a los muertos, y les da vida, así también el Hijo a los que quiere da vida. Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio dio al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo, no honra al Padre que le envió. De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, mas ha pasado de muerte a vida. De cierto, de cierto os digo: Viene la hora, y ahora es, cuando los muertos oirán la voz del Hijo de Dios; y los que la oyeren vivirán. Porque como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha dado al Hijo el tener vida en sí mismo; y también le dio autoridad de hacer juicio, por cuanto es el Hijo del Hombre. No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación. No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre" (Juan 5: 17-30).

"¿Al que el Padre santificó y envió al mundo, vosotros decís: Tú blasfemas, porque dije: Hijo de Dios soy?" (Juan 10: 36).

"Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches" (Mateo 12: 40).

"Respondió Jesús y les dijo: Destruid este templo, y en tres días lo levantaré... Mas él hablaba del templo de su cuerpo" (Juan 2: 19, 21).

Ahora Pablo está afirmando que Jesús había demostrado concluyentemente que era el Hijo de Dios mediante el milagroso cumplimiento de su predicha resurrección.

Nuestro Señor Jesucristo
En el texto griego las palabras "nuestro Señor Jesucristo" (vers. 3) están al final del vers. 4.

Finalmente Pablo identifica al Hijo de David y al Hijo de Dios con el Jesús de Nazaret ya reconocido como Cristo y Señor por los cristianos.

"Señor", griego: κυριος [kurios], como título para un rey y amo divino, ya era familiar por su uso en la LXX donde κυριος [kurios] es la traducción del Heb. YHWH el nombre divino que se translitera en castellano como "Jehová" (RVR) y como"Yahveh" (BJ).
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¹ La expresión: εν δυναμει [en dunamei] aparece también en:

"También les dijo: De cierto os digo que hay algunos de los que están aquí, que no gustarán la muerte hasta que hayan visto el reino de Dios venido con poder" (Marcos 9: 1).

"Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo" (Romanos 15: 13).

"con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo" (Romanos 15: 19).

"para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios" (1 Corintios 2: 5).

"Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder" (1 Corintios 4: 20).

"Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder" (1 Corintios 15: 43).

"en palabra de verdad, en poder de Dios, con armas de justicia a diestra y a siniestra" (2 Corintios 6: 7).

"para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí" (Colosenses 1: 29).

"pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros" (1 Tesalonicenses 1: 5).

"Por lo cual asimismo oramos siempre por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder" (2 Tesalonicenses 1: 11).

"que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero" (1 Pedro 1: 5 ).

Romanos 1:3

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"acerca de su Hijo, nuestro Señor Jesucristo, que era del linaje de David según la carne" (RV-1960).

"com respeito a seu Filho, o qual, segundo a carne, veio da descendencia de Davi" (AA, 2ª ed.).

"Concerning his Son Jesus Christ our Lord, which was made of the seed of David according to the flesh" (KJV).

"de Filio suo qui factus est ex semine David secundum carnem" (Vulgata).

El evangelio de Dios... acerca de su Hijo
Las palabras "acerca de su Hijo" están estrechamente relacionadas con "el evangelio de Dios" de la última parte del vers. 1; aunque también podrían referirse a "las santas Escrituras" con que termina el vers. 2. Ambas posibilidades concuerdan con el contexto de la epístola.

Nuestro Señor Jesucristo.
En el texto griego estas palabras no están en el vers. 3, sino al fin del vers. 4.

Era
Gr. γινομαι [ginomai], "aparecer" "llegar a ser", "nacer", o simplemente "ser". La palabra tiene aquí el significado de "nacer" (como en Gálatas 4: 4 - "Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley").

Linaje de David
Los judíos esperaban que el Mesías procediera del linaje real como había sido predicho:

"Y estando juntos los fariseos, Jesús les preguntó, diciendo: ¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo? Le dijeron: De David" (Mateo 22: 42).

"¿No dice la Escritura que del linaje de David, y de la aldea de Belén, de donde era David, ha de venir el Cristo?" (Juan 7: 42).

"Saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces" (Isaías 11: 1).

"He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra" Jeremías 23: 5).

La carne
Es decir, su naturaleza humana.